Irse de Erasmus no es solo viajar, es vivir una experiencia transformadora que te marca para toda la vida. Como chilena, nacida y criada en Viña del Mar, tuve la oportunidad de vivir esta aventura única en Cuenca, España, durante el período 2018-2019.

Una ciudad pequeña, una experiencia inmensa

Algunos podrían juzgar a Cuenca por ser una ciudad pequeña, pero fue precisamente eso lo que la hizo tan especial. Sus calles empedradas, su tranquilidad y su cercanía crearon el ambiente perfecto para formar conexiones profundas con las personas que conocí allí.

Los amigos que hice en Cuenca se convirtieron en mi familia lejos de casa. A pesar de los años y la distancia, esos lazos siguen intactos hasta el día de hoy. La verdadera magia de Erasmus está en esas amistades que te acompañan por siempre.

Una sensación difícil de explicar

Es difícil poner en palabras lo que significa irse de Erasmus. Solo quienes lo han vivido entienden esa mezcla de emoción, miedo y descubrimiento constante. Es la sensación de dejar tu zona de confort para descubrir que el mundo es más grande y hermoso de lo que imaginabas.

¿Te animas a dar el salto?

Si tienes la oportunidad de irte de Erasmus, hazlo sin pensarlo dos veces. No importa el destino, lo importante es la experiencia. Aprenderás más sobre ti mismo, sobre otras culturas y sobre lo que realmente importa en la vida.

“Viajar te deja sin palabras, pero luego te convierte en un narrador” decía Ibn Battuta. Y es verdad: tu historia de Erasmus será una de las mejores que contarás.

¡Atrévete a vivir esta aventura inolvidable! 🌍✨

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