Desde pequeña, siempre he sentido una necesidad incontrolable de conocer el mundo y ver con mis propios ojos esos lugares que solo conocía a través de libros y películas.

Esa sensación de pisar el suelo de un aeropuerto y saber que estás a punto de embarcarte en una nueva aventura no tiene precio.

Los altos y bajos del camino, al final del día, valen la pena, porque finalmente te encuentras en el lugar que tanto soñaste con visitar.

Los invito a que me acompañen en esta interminable aventura y de paso les daré los mejores consejos y recomendaciones de todos los lugares que he visitado y que visitaré.